jueves, 6 de agosto de 2009

LOS JINETES APOCALIPTICOS DEL NEOLIBERALISMO EN MEXICO

+ INCONCIENCIA SOCIAL

+ INEPTITUD

+ CORRUPCION


Por: Raymundo Royo


Desde sus comienzos en los inicios de la década de los años ochenta, el neoliberalismo ha sido un modelo económico que los gobiernos priístas de aquel tiempo y los panistas de los últimos años se han obstinado en mantener hasta nuestros días.

El modelo económico neoliberal ha tenido como resultado que prácticamente más del noventa por ciento de la población vivan en condiciones regulares y de pobreza en comparación a estándares internacionales, y una tercera parte de ese grupo vive en condiciones de extrema pobreza; por otro lado, un grupo muy reducido, que no alcanza el cinco por ciento de la población vive en condiciones de riqueza y de extrema riqueza, muy por encima del promedio nacional.

El sistema económico neoliberal, por un lado ha producido unas cuantas personas de las más multimillonarias del mundo, pero, también ha producido millones de personas viviendo en condiciones de pobreza y de extrema pobreza.

En la teoría el sistema neoliberal se supone que debía estar generando un crecimiento económico importante para el país, y también un beneficio en el poder adquisitivo de la población; sin embargo, en la práctica existen condiciones que han provocado fallas en su aplicación, que si bien han sido para bien de unos cuantos, lo cierto es que han dañado la economía de millones de mexicanos.

Esas fallas, indudablemente que se han convertido en los jinetes apocalípticos del sistema neoliberal, los cuales son principalmente la inconciencia social, la ineptitud y la corrupción.

En el esquema teórico del sistema neoliberal, el desarrollo económico del país se supone que es estimulado por las inversiones de capital en sectores industriales, comerciales y de servicios, basado en las grandes corporaciones también denominadas como Triple A, que se supone a su vez estimulan el mercado económico interno del país; ante ello, se supone que el gobierno ejerce principalmente las funciones de administrador y recaudador.

Sin embargo, la teoría del neoliberalismo no considera el factor ideológico del empresario promedio (sobretodo de las Triple A), que su principal objetivo no es el beneficio económico de la sociedad, sino la obtención de mayores rendimientos derivados de la inversión; por lo tanto, la falta de conciencia social tanto en las grandes inversiones privadas como en los propios gobernantes, genera bajos ingresos para el mercado económico interno que a su vez se refleja en una disminución paulatina del poder adquisitivo de la población.

Con el pretexto de lograr una mejor y más moderna administración, el sector gobierno ha ido creciendo a modo que un sector de los trabajadores públicos que ocupan puestos medios y menores, tienen ingresos bajos, mientras que por otro lado se han ido creando plazas de trabajo para funcionarios muy bien pagados que en su gran mayoría ocupan cargos por amiguismo sin tener la capacidad o la experiencia para cumplir con el encargo que se les ha asignado, haciendo gala con ello de una gran ineptitud para las tareas de gobierno, lo que en muchos de los casos se traduce en enormes gastos sin cuidado y sin beneficio alguno para la población.

Finalmente, uno de los principales jinetes apocalípticos es la corrupción, que por décadas se ha convertido en un problema que incluso en muchos de los casos ha evolucionado al grado de convertirse tristemente en una parte de la cultura mexicana.

Existen principalmente dos tipos de corrupción, una es la que deriva en un beneficio directo para el servidor público como por ejemplo el pago de una dádiva a cambio de obtener algún beneficio; sin embargo, éste tipo de corrupción no implica un daño directo a la sociedad, toda vez que representa un acto llevado a cabo entre un integrante del sector privado con uno del sector público. El daño real al país, proviene principalmente de gobernantes que carecen del más mínimo respeto a los valores nacionales, y con ello ven al erario público como una jugosa fuente de vida para sus pobres existencias y para beneficio también de quienes desde el sector privado los favorecen con el beneficio obtenido como es el caso de contratos, subrogaciones, concesiones y otras más.

No obstante que los sistemas neoliberales del mundo han demostrado que no pueden generar el desarrollo prometido para la población de las naciones que los aplican, lo cierto es que han resultado muy efectivos para lograr el amplio beneficio económico de unos cuantos alrededor del mundo; y no obstante que los jinetes apocalípticos del neoliberalismo se encuentran cabalgando, lo cierto es que a nivel mundial se ha creado una estructura de organismos y elementos que sirven a los intereses de los grandes capitales del mundo y se encargan de controlar la permanencia de éste tipo de sistema económico con el apoyo de diversos gobiernos del mundo.

Esos organismos son por ejemplo el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial de Desarrollo que imponen medidas financieras y fiscales tendientes a beneficiar a las empresas Triple A, delimitar la función gubernamental y hacer que el resto de la población sea la que pague las contribuciones necesarias para el mantenimiento del presupuesto público. Los elementos de apoyo, son por ejemplo los convenios de libre comercio o de coordinación fiscal entre determinadas naciones.

En algunos de los países del mundo, la población ha buscado como opción a los sistemas socialistas contemporáneos, en los cuales participa activamente el capital privado en el desarrollo de los mercados, pero, también interviene el gobierno como un regulador de las actividades económicas; en algunos países en que se han aplicado éste tipo de sistemas, se ha observado un crecimiento económico de siete a ocho veces mayor al obtenido por México.

¿Es acaso un sistema social contemporáneo la solución ante el Apocalipsis del neoliberalismo?, quizás sí, pero, en los casos en que se presenta como una evolución natural; sin embargo, para ello se requiere de una concientización de la realidad por parte de la población que le lleve a arriesgarse por una mejoría. Sin embargo, en México eso es todavía muy difícil, ya que en general la población vive sumergida en una desesperanza por la gran cantidad de mentiras y corrupciones que se han visto por parte de diversos gobernantes; por ello, no es casualidad que en las elecciones federales de julio un gran sector de la población votante haya elegido el regreso de gobernantes priístas, muchos de ellos elegidos bajo la triste frase de “más vale malo conocido que bueno por conocer”.