viernes, 9 de abril de 2010

EL PODER DEL GAFETE

Para reír un poco en un mundo que diariamente parece vivir enojado (ànimo, en el mundo fiscal, jurídico, contable, administrativo y de cosas semejantes, también se vale reír un poco):

(este relato humorístico se encuentra inspirado en otro muy semejante que tiene que ver con un inspector de aguas, sólo que este corresponde a una versión ampliada y supuestamente mejorada)


Resulta que en una ocasión un representante del SAT llegó a un pequeño rancho y pidió hablar con el representante legal del lugar… en ese momento se presentó un señor ya muy entrado en años.

Al verlo, el ejecutivo hacendario procedió a sacar una serie de papeles de un maletín mostrándole al señor una orden para revisar los registros e inversiones relacionados con el manejo del rancho; luego, le mostró al señor encargado del ranchito un “gafete” con foto y hasta un holograma manifestando que eso lo identifica como funcionario público adscrito al SAT y luego, sin decir más, sacó una computadora portátil y se puso a llenar un acta de visita domiciliaria, todo ante la actitud pasiva y tranquila del señor encargado del rancho que sólo se dedicaba a ver los movimientos del auditor hacendario.

Acto seguido, el funcionario hacendario le dijo al señor que con motivo de la visita que estaba haciendo, requería de recorrer todo el lugar para verificar los bienes e inversiones que habían en el rancho…

El señor no puso ninguna objeción y sólo le pidió al visitador que no pasara por un terreno que se encontraba cercado.

Al escuchar lo anterior, inmediatamente y con visible enojo e indignación el funcionario del SAT sacó su flamante Gafete…

"Mira Viejo, ¿ves esto?, pues es un gafete que se encuentra expedido por el propio Administrador Local de Auditoría Fiscal del SAT, con el que se me autoriza para ejercer todos los poderes para meterme por donde se me de la gana, para revisar lo que tienes en este rancho y además con mostrar este gafete tengo todas las facultades para que nadie pueda impedir mis labores de revisión… ¿lo entendiste o quieres que te muestre lo que dicen las leyes?..."

Al escuchar todo lo anterior, sin decir ninguna palabra el señor sólo levantó los hombros y se hizo a un lado continuando con el trabajo que estaba desarrollando.

Al poco rato, en todo el rancho se alcanzaron a oír unos gritos desesperados de auxilio, se trataba del flamante funcionario público que corría por su vida ya que tras de él iba un toro semental con los cuernos listos para embestirlo…

"Auxilio!!!!!!!, ayúdenme!!!!!!.... gritaba con una cara de desesperado y a todo pulmón."

Al oírlo, el señor corrió lo más rápido que pudo hasta la cerca, y al mirar lo que estaba pasando le gritó al funcionario:

"¡ El Gafete Pendejo…. Enséñale el gafete !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"