viernes, 24 de octubre de 2008

FORO GENERAL - DETRAS DE LA PROTESTA EN REFORMA PETROLERA

Como es bien sabido, y tal como era esperado, la reforma en materia petrolera pudo salir del Senado; ante esa reforma, se alzaron los discursos triunfalistas y de "buenos amigos" que lanzaron diversos Senadores de varias fracciones partidarias, en los que se podía observar el beneplácito de los legisladores por haberse podido poner de acuerdo en torno de la reforma en materia petrolera, destacando que a la iniciativa del ejecutivo se le hicieron diversas modificaciones a efecto de producir una reforma que en teoría evita la actitud privatizadora del proyecto enviado inicialmente. Tales discursos fueron ampliamente difundidos por los tradicionales medios de comunicación de televisión y radio, sobretodo destaca el énfasis que se puso en los discursos y declaraciones de los Senadores perredistas, que fueron enfocados hacia una tácita aceptación de legitimidad por parte de dichos legisladores principalmente hacia las instituciones representadas por el representante del ejecutivo. Aunado a tales tareas de difusión mediática, cuando sólo se habían aprobado los dictámenes en el Senado, se procuró recabar la opinión del señor López Obrador, quien dio respuestas amplias sobre tales aprobaciones, pero, sólo salió a la luz pública el resaltado de que dicho personaje de la política nacional aceptaba que la reforma que se estaba aprobando (en Comisión) había quitado diversos elementos privatizadores; después de ello, los medios de comunicación se encargaron de hacer un júbilo al pretender que la reforma que se estaba aprobando gozaba de "legitimidad", haciendo ver no sólo hacia el pueblo sino hacia el mundo externo que con tal aprobación ya todo era como si fuera la "casa de los amigos" y ya "todo" el pasado turbio de las elecciones presidenciales podía quedar olvidado y casi casi les faltó lanzar serpentinas en sus programas. Sin embargo, cuando los dictámenes se pusieron en aprobación al pleno del Senado, los comunicadores se "razgaron las ropas" cuando vieron que varios miles de personas fueron convocadas por el señor Andrés Manuel López Obrador para lanzar protestas en torno de dicha aprobación. Ante ello, la actitud de casi todos los "comunicadores del sistema" fue en inicio de sorpresa, no podían creer que López Obrador protestara por dicha aprobación, ya que para ellos él había dado su aprobación a la reforma consensuada por los legisladores de todas las fracciones políticas, y la actitud inicial simplemente fue la típica que han hecho siempre que existe éste tipo de situaciones: descalificación y crítica. El comentario fue de que el político tabasqueño estaba "loco", que era un "egocentra", que sólo es un "buscador del poder", que no le importa México, que sólo mira por sí mismo, etcétera; sin embargo, casi ninguno de esos comunicadores (afortunadamente hay honrosas excepciones), se detuvo a analizar la causa de tales acciones, ¿por qué si aparentemente, por las declaraciones públicamente vertidas-, el señor López Obrador estaba de acuerdo con los dictámenes de la reforma en el Senado, se oponía a la misma?.

Indudablemente que hay una respuesta ante tal pregunta, que si bien puede ser motivo de análisis y discusión (habrá quien comparta o no las ideas u opiniones), lo cierto es que cuando se abre esa posibilidad se puede vislumbrar que el señor López Obrador no es ningún "loco", "necio", "egocentra" u otra cosa semejante, sino que se trata de un líder con un punto de vista (que por supuesto se puede o no compartir), y precisamente en éste punto el señor considera que la reforma en materia petrolera en el Senado permite la realización de contratos que al no ser suficientemente delimitados en la redacción de la reforma, deja entrever que con el tiempo puede ser una ventana jurídica para la realización de contratos con grupos extranjeros en actividades delimitadas por la propia Constitución; además, la protesta del grupo lopezobradorista ha advertido la injerencia en los interéses sobre el petróleo por parte de personajes de ascendencia salinista, y no puede dejarse de lado el hecho que las características de la reforma aprobada por el Senado pueden ser modificadas por la cámara de Diputados, razón por la cual el grupo lopezobradorista ha pretendido estar observante de tales actividades legislativas.

Como puede observarse, las acciones del señor López Obrador tienen un origen explicable y no pueden ser tan a la ligera el blanco de las simples descalificaciones efectuadas por parte de los grupos de comunicadores apegados al sistema, no es justo, so pena de caer en la simple difamación, lo que indudablemente resulta dañino para la tan famosa democracia nacional, ya que se le niega a un grupo de personas el derecho de libre expresión y al resto el derecho de escuchar y entender libremente las ideas de los demás; por supuesto que la expresión de unos cuantos no debe ser motivo para perjudicar a otros, como por ejemplo por el hecho de crear problemas de vialidad, cierre de calles, etcétera, eso es indudable, pero quizás eso se evitaría o minimizaría mucho si en los ya famosos medios de comunicación (televisión y radio principalmente) se diera voz a esas personas que tienen ideas diferentes o totalmente opuestas de las ideas del sistema.

Alguna vez expresó Voltaire: "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte el derecho que tienes de decirlo". Esta, así lo considero, es la mejor expresión del derecho a la libertad de expresión.

Saludos,
Raymundo Royo

2 comentarios:

Raymundo Royo C dijo...

El día pareciera haber llegado como todo plazo fatal, a pesar de todo, a pesar de foros, discusiones, debates y otras muestras más, los legisladores decidieron poner en la mesa de las discusiones y aprobaciones parlamentarias la reforma en materia petrolera, no sólo con el consenso de los prianistas, sino con el consentimiento de diversos perredistas allegados del señor resentimiento, don Cuauhtémoc, que en el esfuerzo de llevar a cabo un alejamiento del lobezobradorismo han decidido sentarse a dialogar con el grupo reformista, como si dicha reforma se tratara de estar "a favor o en contra" del señor López Obrador; no, no se trata de algo tan vanal, sino de algo muchísimo más profundo que va más allá de la línea de pensamiento del grupo lopezobradorista o del FAP (frente amplio progresista), se trata del futuro de toda una nación y no sólo de sus poco más de cien millones de habitantes actuales, sino de los muchos millones de personas que en los siguientes años se integrarán a la vida de la nación.

Cuando el General Lázaro Cárdenas (como un comentario: lástima que su hijo Cuauhtémoc no le llega a su papá ni al tobillo) decidió llevar a cabo la expropiación petrolera, mucha gente no habíamos ni siquiera nacido, ni en proyecto, pero, indudablemente que la decisión del General ha influido por muchas generaciones, y a pesar de diversos funcionarios ineptos, sin escrúpulos y muy lejos de toda ética, el petróleo ha contribuido al mantenimiento económico de la nación, contribuyendo en gran medida a que bien o mal se pueda mantener un determinado nivel presupuestario.

Desde el gobierno de la expresidente la Madrid, notoriamente el país se fue subordinando a las directrices marcadas por algunos organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, los cuales han "sugerido" diversas reformas que han puesto al país al servicio de los intereses de las grandes corporaciones transnacionales (y algunas de origen nacional), que es lo que hasta hace unos cuantos años comenzaron a llamar "reformas estructurales", y que fue tan repetido desde el sexenio del expresidente Fox.

Una de esas "reformas estructurales" reposa directamente en el ámbito energético, principalmente el petróleo, que al criterio de las empresas poderosas del mundo (claro, lógicamente), debe estar abierto a la inversión privada; sin embargo, cuando en México se habla de dejar que en algún sector económico básico, -tal como el ámbito energético-, participe la "iniciativa privada", eso se traduce con el tiempo (por desgracia la experiencia pareciera enseñarlo así) en fraudes, corrupción, inversiones volátiles (hoy están por conveniencia y mañana quién sabe), sueldos bajos en comparación al promedio mundial, baja en el poder adquisitivo, etcétera. De ahí el temor a que se apliquen ese tipo de reformas, que cuando se muestran a la población siempre se hace pintando un futuro hermoso, pleno de mejorías para las familias mexicanas, y después, surge la triste y amarga realidad: unos cuantos se enriquecen a costa del propio pueblo mexicano.

Cuando se habla de "reforma", no puede dejarse de lado la pregunta ¿y por qué se requiere de una "reforma"?.

Las respuestas a la interrogante anterior van en el sentido de cambiar la estructura actual de Pemex para que la "iniciativa privada" pueda participar de manera más activa en las tareas que ha desarrollado la paraestatal, alegando para ello que es necesario modernizar la planta productiva de esa empresa, ya que manifiestan que muchos de los equipos y las instalaciones de Pemex se encuentran obsoletas y que además las reservas del energético se están agotando. Claro, ¿cómo no se van a agotar las reservas de muchos de los pozos petroleros?, ¿cómo no van a resultar obsoletos los equipos y las instalaciones de Pemex?, cómo no va a suceder eso si durante más de veinticinco años han venido manejando a la paraestatal irresponsablemente sin permitirle la reinversión de una parte de sus utilidades, ni tampoco han llevado a cabo tareas de búsqueda y perforación de nuevos pozos, y además durante ese tiempo han explotado irresponsablemente los pozos que desde López Portillo se tenían, surtiendo al mercado exterior en demasía y descuidando las necesidades de abasto del mercado interno, claro, ¿cómo no van a suceder todos los pretextos que alegan?. Sin embargo, a pesar de todo ello, aún con la legislación actual, la paraestatal está en condiciones de generar un altísimo ingreso a la nación, sólo es cujestión de imaginar cuál sería el resultado si aunado a ello se desarrollan sus operaciones en un ambiente de ética y honorabilidad por parte del gobierno en turno (es difícil, pero, imaginemos si eso fuera posible), indudablemente que se actualizaría lo que en sus tiempos declaró el expresidente Portillo: habría que preparar al pueblo para administrar la abundancia.

Resulta totalmente triste que un país con el potencial económico como México tenga que estar sufriendo por la crisis económica provocada en otro país como Estados Unidos, todo por "adherirse" a la economía de ese país al grado de prácticamente depender en gran medida de esa nación, y lo peor de todo será que cuando ese vecino país del norte salga de su crisis económica (ellos están tomando sus medidas que a nadie le quepa duda que les permitirán en el mediano plazo seguir siendo una de las naciones más poderosas del mundo), lo más seguro es que México tardará tiempo en medio reponerse de los embates sufridos por tal situación.

Es importante recordar el contexto de los famosos debates que se llevaron en el Senado sobre la reforma petrolera, mientras que los impulsores de la reforma se dedicaban a hablar de las "bondades" a futuro de dicha reforma, muchos expertos en la materia le mostraban a los mexicanos, con conocimiento y experiencia de lo que hablaban, el porqué la ya famosa reforma petrolera no era realmente necesaria tal como la planteaban los grupos prianistas (y hoy también diversos "perrecuatemistas" que se les han adherido); ¿de qué sirvieron tantas horas de discusión?, si al final la reforma se llevará a cabo con el tan tradicional e histórico mayoriteo "a la fuerza de quien más votos tenga".

Indudablemente que la reforma puede ser buena, no podemos negar esa situación, pero, para que funcione tal como se plantea en el papel y en los anuncios televisivos se requiere un ingrediente esencial: HONESTIDAD en todos los actores, tanto por parte de la iniciativa pública como la privada.... Cuando no se puede hacer otra cosas, sólo queda esperar y desear de muy buena fe que ese ingrediente esencial exista en los corazones de todas esas personas que tienen en sus manos las acciones alrededor de Pemex, tanto los legisladores, el ejecutivo, los integrantes del poder judicial (en las controversias constitucionales que puedan surgir) y en las muchas empresas nacionales y extranjeras que están haciendo fila esperando que se de la reforma para llevar a cabo sus operaciones en el territorio nacional. ¿Realmente sucederá el milagro?.

Saludos,
Raymundo Royo

Raymundo Royo C dijo...

DETRAS DE LA PROTESTA EN REFORMA PETROLERA

Como es bien sabido, y tal como era esperado, la reforma en materia petrolera pudo salir del Senado; ante esa reforma, se alzaron los discursos triunfalistas y de "buenos amigos" que lanzaron diversos Senadores de varias fracciones partidarias, en los que se podía observar el beneplácito de los legisladores por haberse podido poner de acuerdo en torno de la reforma en materia petrolera, destacando que a la iniciativa del ejecutivo se le hicieron diversas modificaciones a efecto de producir una reforma que en teoría evita la actitud privatizadora del proyecto enviado inicialmente. Tales discursos fueron ampliamente difundidos por los tradicionales medios de comunicación de televisión y radio, sobretodo destaca el énfasis que se puso en los discursos y declaraciones de los Senadores perredistas, que fueron enfocados hacia una tácita aceptación de legitimidad por parte de dichos legisladores principalmente hacia las instituciones representadas por el representante del ejecutivo. Aunado a tales tareas de difusión mediática, cuando sólo se habían aprobado los dictámenes en el Senado, se procuró recabar la opinión del señor López Obrador, quien dio respuestas amplias sobre tales aprobaciones, pero, sólo salió a la luz pública el resaltado de que dicho personaje de la política nacional aceptaba que la reforma que se estaba aprobando (en Comisión) había quitado diversos elementos privatizadores; después de ello, los medios de comunicación se encargaron de hacer un júbilo al pretender que la reforma que se estaba aprobando gozaba de "legitimidad", haciendo ver no sólo hacia el pueblo sino hacia el mundo externo que con tal aprobación ya todo era como si fuera la "casa de los amigos" y ya "todo" el pasado turbio de las elecciones presidenciales podía quedar olvidado y casi casi les faltó lanzar serpentinas en sus programas. Sin embargo, cuando los dictámenes se pusieron en aprobación al pleno del Senado, los comunicadores se "razgaron las ropas" cuando vieron que varios miles de personas fueron convocadas por el señor Andrés Manuel López Obrador para lanzar protestas en torno de dicha aprobación. Ante ello, la actitud de casi todos los "comunicadores del sistema" fue en inicio de sorpresa, no podían creer que López Obrador protestara por dicha aprobación, ya que para ellos él había dado su aprobación a la reforma consensuada por los legisladores de todas las fracciones políticas, y la actitud inicial simplemente fue la típica que han hecho siempre que existe éste tipo de situaciones: descalificación y crítica. El comentario fue de que el político tabasqueño estaba "loco", que era un "egocentra", que sólo es un "buscador del poder", que no le importa México, que sólo mira por sí mismo, etcétera; sin embargo, casi ninguno de esos comunicadores (afortunadamente hay honrosas excepciones), se detuvo a analizar la causa de tales acciones, ¿por qué si aparentemente, por las declaraciones públicamente vertidas-, el señor López Obrador estaba de acuerdo con los dictámenes de la reforma en el Senado, se oponía a la misma?.

Indudablemente que hay una respuesta ante tal pregunta, que si bien puede ser motivo de análisis y discusión (habrá quien comparta o no las ideas u opiniones), lo cierto es que cuando se abre esa posibilidad se puede vislumbrar que el señor López Obrador no es ningún "loco", "necio", "egocentra" u otra cosa semejante, sino que se trata de un líder con un punto de vista (que por supuesto se puede o no compartir), y precisamente en éste punto el señor considera que la reforma en materia petrolera en el Senado permite la realización de contratos que al no ser suficientemente delimitados en la redacción de la reforma, deja entrever que con el tiempo puede ser una ventana jurídica para la realización de contratos con grupos extranjeros en actividades delimitadas por la propia Constitución; además, la protesta del grupo lopezobradorista ha advertido la injerencia en los interéses sobre el petróleo por parte de personajes de ascendencia salinista, y no puede dejarse de lado el hecho que las características de la reforma aprobada por el Senado pueden ser modificadas por la cámara de Diputados, razón por la cual el grupo lopezobradorista ha pretendido estar observante de tales actividades legislativas.

Como puede observarse, las acciones del señor López Obrador tienen un origen explicable y no pueden ser tan a la ligera el blanco de las simples descalificaciones efectuadas por parte de los grupos de comunicadores apegados al sistema, no es justo, so pena de caer en la simple difamación, lo que indudablemente resulta dañino para la tan famosa democracia nacional, ya que se le niega a un grupo de personas el derecho de libre expresión y al resto el derecho de escuchar y entender libremente las ideas de los demás; por supuesto que la expresión de unos cuantos no debe ser motivo para perjudicar a otros, como por ejemplo por el hecho de crear problemas de vialidad, cierre de calles, etcétera, eso es indudable, pero quizás eso se evitaría o minimizaría mucho si en los ya famosos medios de comunicación (televisión y radio principalmente) se diera voz a esas personas que tienen ideas diferentes o totalmente opuestas de las ideas del sistema.

Alguna vez expresó Voltaire: "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte el derecho que tienes de decirlo". Esta, así lo considero, es la mejor expresión del derecho a la libertad de expresión.

Saludos,
Raymundo Royo