viernes, 6 de marzo de 2009

EL CUENTO DE SIEMPRE: FUGA DE INVERSIONISTAS

Por: Raymundo Royo

Recientemente, el Gobierno de Estados Unidos anunció la aplicación de diversas medidas tendientes a mejorar la situación económica que vive esa nación; dentro de esas medidas, se encuentra la estatización del Grupo Financiero CityBank.

En México, esa medida ha causado preocupación dentro del ámbito financiero ya que como es ampliamente conocido el grupo financiero Banamex actualmente forma parte del grupo CityBank, lo que técnicamente pone a Banamex (Banco Nacional de México) como una institución de banca múltiple bajo el control del gobierno de Estados Unidos.

Por su parte, el segundo párrafo del artículo 13 de la Ley de Instituciones de crédito establece en su parte respectiva lo siguiente:

“Artículo 13. (segundo párrafo) No podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple, personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad.”

Como puede observarse con toda claridad en el texto de la norma legal citada, de ninguna manera pueden participar en el capital social de las instituciones de banca múltiple las personas morales que ejerzan funciones de autoridad (gobiernos); si la institución que se encuentre en tal supuesto sigue operando, simplemente sus actos serán ilegales y no podrán tener consecuencias legales, independientemente de las responsabilidades administrativas y penales que pudieran existir en tal situación.

Legalmente, en tal situación como la que se viene comentando, lo que conforme al dispositivo legal que se viene citando tendría que hacerse, es que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores revoque el registro de institución de banca múltiple, y con ello se proceda a la liquidación de dicha sociedad.

Indudablemente que tal situación resulta importante y muy trascendente para la vida financiera del país, pero, debe tomarse en cuenta que no se está ante una situación de “fraude” o algo semejante, sino que se está ante una situación de imposibilidad legal para que la institución bancaria pueda funcionar; por lo tanto, puede pensarse en una reestructuración legal de la institución que implique la creación de una nueva institución bancaria.

Al ver ese tipo de operaciones, no puede alejarse de la memoria que en los inicios del triste sexenio anterior, el grupo CityBank realizó la adquisición y control del grupo Banamex sin que ello fuera considerado por el Servicio de Administración Tributaria (quien tenía al frente al señor Gil, quien antes de ese cargo era director de una de las divisiones de ese grupo bancario) como una “venta”, y con ello se dio a conocer que se dejaron de pagar “legalmente” (se aprovecharon beneficios relacionados con la adquisición de acciones que cotizan en la bolsa de valores) alrededor de tres mil quinientos millones de pesos; en éste momento, ante las condiciones legales en que se encuentra ese grupo bancario, es posible que deba reestructurarse y ello podría implicar llevar a cabo operaciones de venta de las acciones del grupo, la pregunta es ¿si de esas operaciones de venta surgirá el pago de algún impuesto o encontrarán algún “beneficio” fiscal que les permita dejar de cubrir alguna tributación?... al menos, ya no se encuentra al frente del SAT el señor Gil.

Ante la situación que se viene expresando, funcionarios privados y públicos relacionados con éste asunto han informado que se encuentran haciendo un “estudio” a efecto de “interpretar” cuál es la situación legal de esa institución de banca múltiple con la adquisición de las acciones del grupo CityBank por parte del gobierno de Estados Unidos; al respecto, resulta CANSADO y realmente OCIOSO escuchar las típicas declaraciones de algunos de esos funcionarios que se han vertido en el sentido de expresar que el gobierno debe abstenerse de hacer alguna acción que perjudique la existencia de la institución bancaria alegando que eso daría “malas señales” a los “inversionistas”, y ya encaminados en sus declaraciones se han atrevido a exponer que eso sería algo muy malo para el futuro del país. Las preguntas ante tales arcaicas y desgastadas declaraciones, serían las siguientes: ¿A qué “inversionistas” se refieren?, ¿por qué considerarían esos “inversionistas” que la aplicación de la Ley puede ser una “mala señal”?... ¿No serían realmente “malas señales” tantos casos de corrupción, fobaproas y otros semejantes, y se supone que esos “inversionistas” han seguido invirtiendo en el país?.

Lo que se pretende resaltar en ésta nota por supuesto que no es sugerir la debacle de un importante grupo bancario como Banamex, sino que las soluciones que se brinden se apoyen en la Ley sin que tengan que negociarse en lo “obscurito” como tantas veces se han tomado decisiones que posteriormente se han convertido en verdaderas cargas y dificultades que al final repercuten en el futuro de la nación; por lo tanto, ya resulta totalmente asqueroso escuchar como pretexto el gastado argumento de que se puedan “ahuyentar” a efecto de conseguir soluciones que beneficien a unos cuantos a costa no sólo de muchos sino del propio sistema legal mexicano tan golpeado por tantas décadas.

Saludos.

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