miércoles, 25 de febrero de 2009

LA BUROCRACIA MONOPOLICA

Recientemente el señor Epigmenio (Don Epi) acudió a Teléfonos de México con el objeto de hacer un trámite de cambio de domicilio de su línea telefónica.

Al llegar, Don Epi se encontró con una empresa llena de carteles que hablan de la modernidad y del gran avance tecnológico de la empresa telefónica; también, Don Epi se pudo percatar de una ambientación que parece recordar muy someramente los escenarios propios de la "Guerra de las Galaxias"... en fin, él sólo quería hacer un pequeño trámite con motivo de su cambio de domicilio, así que le preguntó a un policía de seguridad a qué parte de esas instalaciones debía dirigirse para efectuar su trámite. El guardia, después de mirar a Don Epi de arriba a abajo y con una expresión de molestia, le dijo que caminara a un pasillo que decía "contrataciones".

En el área de contrataciones, Don Epi tomó un turno que estaba en la entrada, se percató que habían varios módulos de atención aunque sólo dos estaban activos, y se sentó a esperar que una maquinita instalada en una parte alta marcara su número y el módulo al que debía pasar... después de unos quince minutos, al fin salió su turno que le decía que pasara al módulo cinco, en el módulo cinco se estaba sentando otra persona y Don Epi hizo mención de que a él le correspondía el turno... el señor que se estaba metiendo en el turno, le dijo a Don Epi que él tenía el turno anterior, pero, en el otro módulo donde le correspondía la señorita se había "equivocado" y había pasado a otra persona... total que la señorita del módulo cinco le dijo a ese señor que no se podía meter y que en todo caso eso lo hubiera aclarado con el módulo al que le había tocado y en el que no lo habían atendido y que lo sentía pero tenía que tomar otro turno. Total, después de aclarada esa situación, Don Epi tomó asiento y después de escuchar por unos cinco minutos a la señorita sobre el cargo de conciencia que tenía por no haber pasado al señor que tenía un turno con el número anterior, Don Epi pudo explicar el motivo de su visita... al escucharlo, la señorita abrió su sistema casi operativo (Don Epi se percató que la pantalla parecía de un sistema operativo "Dos", ni siquiera "windows"), y tomó una serie de datos sobre el domicilio que ha tenido y sobre el domicilio al que hará su cambio.

Al ingresar los datos, la señorita le dijo a Don Epi que en el domicilio donde todavía se encontraba tenía contratado el servicio de internet, a lo cual Don Epi contestó en sentido afirmativo, y luego la señorita le informó que para hacer el cambio de la línea tenía que dar de baja ese servicio de internet; al escuchar eso, Don Epi expresó que estaba bien, y que en todo caso haría la reconexión de internet posteriormente en su nuevo domicilio, pero, la señorita le dijo que en el nuevo domicilio no hay servicio de internet... "¿cómo que no hay servicio de internet?, y entonces los vecinos de la zona ¿por qué tienen internet, y por qué en la caja de teléfonos en la esquina aparece un anuncio en fondo azul que hace mención de internet?", -cuestionó asombrado Don Epi-, a lo que la señorita le dijo que lo que pasaba es que no tenían suficientes líneas para dar el servicio de internet. Don Epi no entiende totalmente los aspectos técnicos, pero, si se supone que todo es cosa de conectarse a una computadora central (servidor del servicio) y dicen que ya no hay suficientes "lineas", entonces es de suponer que esa computadora ya no tiene la suficiente capacidad para soportar las necesidades del servicio que tanto anuncia la compañía telefónica; ante ello, la señorita de la empresa telefónica en cuestión aceptó que el equipo se está poniendo obsoleto, y en un tono de molestia y bastante sarcástico en su contenido le dijo a Don Epi que lo que podía hacer para resolver su problema es que se cambiara a un domicilio donde hubiera el servicio de internet... por supuesto, a Don Epi no le agradó esa contestación, y procedió a soltar una letanía sobre lo que pensaba de ese servicio que le hacía sentir que estaba en una oficina de gobierno, y lamentó mucho que esa empresa hubiera sido protegida desde Salinas hasta el actual para que pudiera funcionar como un verdadero monopolio que le estaba dando a su principal accionista y dueño la posibilidad de aparecer en el número uno de las listas Forbes, y expresó que todo eso pasa precisamente porque no tienen un verdadero y real competidor gracias al apoyo gubernamental.

Finalmente, Don Epi le dijo a la señorita que por lo menos hiciera el cambio de línea y ya lo demás lo solucionaría como fuera posible; luego, preguntó en cuánto tiempo le harían el cambio de línea y la señorita simplemente expresó "de dos a cuatro semanas"... horrorizado Don Epi dijo "¿y mientras de dos a cuatro semanas me tengo que quedar sin teléfono?"... y la señorita simplemente se concretó a expresar que esa era el tiempo que la empresa telefónica tiene para la reinstalación del servicio en el nuevo domicilio (algo así como "si le gusta tómelo y si no simplemente déjelo"). Al salir del lugar, Don Epi escuchó en las noticias que el señor Slim había dado una conferencia "magistral" sobre el tema de la modernidad, expresando que una forma de enfrentar la crisis actual es que los negocios busquen fortalecer su propia tecnología... Don Epi simplemente se rió al escuchar la noticia, y luego pensó: y también no estaría de más tener uno o dos amigos en el gobierno que se encargaran de brindar el apoyo estructural para sobrevivir como un monopolio.

Al respecto, ya más tarde reflexionando sobre todo lo ocurrido, Don Epi, que tiene un negocio de reparación de refrigeradores, pensó sobre qué pasaría si su negocio fuera el único en todo el país, y todo aquél que tuviera un refrigerador tuviera que acudir con él para reparar su refrigerador... quizás no estaría en los primeros lugares de las listas Forbes, pero, seguramente sí sería un millonario más en éste país, pero no, Don Epi tiene que enfrentar una crisis que no generó y a dos competidores en la zona... y además enterarse de las conferencias "magistrales" de un señor que no tiene la menor idea de lo que está pasando en su empresa principal, y quizás no le interese mientras no tenga un verdadero y real competidor... el dìa que esa empresa telefónica tenga un competidor a su altura, entonces ya veremos cómo se preocupan por la calidad del servicio a los usuarios, por mejorar su capacidad tecnológica y lo más importante por ajustar a niveles adecuados el precio de sus servicios.

Saludos,

Autor del relato: Raymundo Royo

Cualquir semejanza con la realidad, es simplemente eso... una realidad.

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