viernes, 9 de enero de 2009

LA CRISIS DEL PLAN ANTICRISIS

Desde hace varios meses (de hecho en los primeros meses del año pasado), el todavía Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció algunas medidas financieras tendientes a prepararse para una crisis que se estaba vislumbrando en ese país.

Una de las medidas que se habían programado fue la inyección de más inversión a efecto de aminorar el impacto que se podía causar en la economía en general.

Al ver esa situación, era de esperarse que el Gobierno de México, (refiriéndonos al caso nacional que nos interesa), tomara medidas que permitieran estimular el mercado interno, que es la mejor manera de protegerse de cualquier crisis que se de en el extranjero; sin embargo, no, no hicieron nada, y por el contrario, le siguieron poniendo la alfombra roja a las grandes corporaciones (también conocidas como "triple A") tanto nacionales como extranjeras, apretando más la economía de los grupos económicos inferiores (que se integran por empresas grandes, pero, que no alcanzan el tamaño de las transnacionales, las medianas, pequeñas y empresas micro, así como por personas físicas que desarrollan actividades con ingresos por honorarios, arrendamiento o sueldos principalmente, y que representan el grueso de la población económicamente activa que vive y subsiste dentro de la economía nacional y de las cuales se deriva principalmente la existencia de cientos de miles de familias en el país).

Al respecto, conviene recordar que desde la existencia del gobierno de la Madrid hasta el actual gobierno representado oficialmente por Calderón, se ha venido aplicando un sistema económico neoliberal, pero, ¿cómo funciona éste tipo de sistema?, ya que para entender las medidas que nos han puesto en la realidad nacional actual, es necesario entender la esencia de dicho sistema.

De una manera muy resumida, el sistema de neoliberalismo económico cuenta con tres grandes actores: Grandes corporaciones nacionales (algunas) y transnacionales (la gran mayoría de éstas) también conocidas como "Triple A"; el Estado representado por el sector Gobierno; y, el grueso de la población integrada por grupos económicos y personas dependientes de éstas. Este último sector comprende empresas constituidas como personas físicas o morales grandes, medianas, pequeñas y micronegocios, profesionistas por honorarios, arrendadores y asalariados principalmente.

El sistema neoliberal basa el desarrollo económico del país (y por ende de la población) en la riqueza generada y "distribuida" por parte de las Triple A, siendo el Sector Gobierno un administrador de recursos presupuestarios y una fuente de medidas legales tendientes a la sobrevivencia del grupo Triple A, de manera que los beneficios económicos del sector más desprotegido de la economía provienen a través de ayuda gubernamental; el resto de la población tiene su fuente de riqueza a través de la derrama que las Triple A hacen a los grupos económicos inferiores a través de "programas de desarrollo".

Si se observa con detenimiento, en la teoría pura el sistema neoliberal puede funcionar toda vez que el sector gobierno es un impulsor del desarrollo y un cuidador del equilibrio en las operaciones efectuadas; por otro lado, se supone que se evita el endeudamiento excesivo toda vez que el mercado se equilibra por las fuerzas de la oferta y la demanda. Sin embargo, en la práctica se puede observar un mínimo crecimiento de la economía, un mínimo poder adquisitivo de la población y un uso desmedido del presupuesto público (entre otros resultados), ¿por qué es eso?. Bueno, la respuesta es muy compleja, pero, también puede resumirse en lo siguiente: Para que exista una distribución de la riqueza hacia el mercado interno, se requiere que las Triple A desarrollen operaciones con el sector económico interno del país, pagando precios justos por los bienes y servicios que adquieran; sin embargo, éste tipo de corporaciones (principalmente las transnacionales) en su gran mayoría se establecen en el país con el objeto de disminuir los costos de producción o comercialización respecto de los costos de sus países de origen, adquiriendo principalmente materias primas y mano de obra a menor costo que el estandar internacional, ésto con el objeto de lograr un beneficio económico en sus operaciones (mayor utilidad).

Por otro lado, dado que las Triple A buscan principalmente el incremento en sus niveles de utilidad, algunos de sus procesos son automatizados, lo que trae como consecuencia que adquieran un mínimo de contrataciones de mano de obra (las Triple A abarcan en promedio el 30% del mercado laboral), a la cual le exigen una mayor especialización y preparación (razón por la cual muchas personas se ven en la necesidad de cursar diplomados, especializaciones, maestrías o doctorados para mantener sus posibilidades de trabajo); sin embargo, aunque el nivel de sueldos y prestaciones que pagan éste tipo de corporaciones resulta adecuado respecto de la media nacional, en la gran mayoría de casos resulta inferior al que pagarían o pagan a empleados del mismo nivel en sus países de origen (ejemplo: un Ingeniero en México puede estar percibiendo un buen sueldo respecto del promedio nacional, pero, que puede ser la mitad del ingreso que puede percibir el mismo tipo de Ingeniero en Estados Unidos).

Aunado a lo anterior, las empresas Grandes y medianas de origen nacional que pueden acceder a convertirse en proveedores de bienes y servicios de las Triple A, se ven obligadas a manejar precios dentro de un rango que establecen las mismas Triple A y dentro de una serie de especificaciones de calidad; si bien éste tipo de empresas grandes y medianas se ven favorecidas con pedidos u órdenes de trabajo que para ellos resultan de gran importancia y por eso hacen su esfuerzo por convertirse en proveedores de éste tipo de enormes negociaciones, lo cierto es que tal situación provoca que los niveles de utilidad que manejan les limiten en sus planes de crecimiento (quizás esto sea para evitar que en poco tiempo éste tipo de empresas se puedan convertir en competidores importantes del mercado Triple A). Sin embargo, al manejar niveles limitados de utilidad, lo cierto es que éste tipo de empresas grandes y medianas se vean en la necesidad de limitar a su vez el promedio de sueldos del personal que contratan, ya que en su gran mayoría no pueden automatizar sus procesos de producción, y por ello deben contratar mano de obra (en promedio los demás sectores distintos de las Triple A contienen dos terceras partes del mercado laboral) a la cual le pagan sueldos y prestaciones de menor nivel que el que pagan las Triple A y por consecuencia mucho menores al estandar internacional.

Como vemos, el mercado económico general abarca en promedio lasdos terceras partes del mercado laboral, que si bien tiene un ingreso promedio menor al percibido por quienes trabajan con las Triple A, al menos tienen más asegurados sus puestos de trabajo, ya que éste tipo de empresas no pueden sostener los costos laborales que representan las liquidaciones masivas (situación que sí sucede con las Triple A, las que se permiten programar despidos de personal cuando sus niveles de utilidad disminuyen). Además, la relación entre el personal de trabajo y la dirección de las Triple A es prácticamente autómata, no parece existir un sentimiento de cercanía humana, mientras que por sus características en los demás grupos empresariales menores sí existe una mayor relación humana con el personal y los directivos de las empresas.

En éste orden de ideas, puede observarse que la gran mayoría de las corporaciones Triple A tienen como principal cometido la obtyención de ganancias, por lo que en su gran mayoría tienen muy poco compromiso social; es decir, en la práctica a la gran mayoría les falta ETICA SOCIAL para que su presencia pueda ser funcional dentro del sistema neoliberal.

Por otro lado, en lugar de disminuir su tamaño a lo puramente necesario, en la práctica el sector gobierno tiene un mayor crecimiento y utilización del presupuesto público para su subsistencia, funcionarios con altos niveles de sueldo (superiores al promedio internacional en algunos niveles de dirección hacia jerarquías mayores); éstos niveles se mantienen a través de partidas presupuestales que se conocen como de "gasto corriente". El presupuesto restante se divide en programas de desarrollo que se van diluyendo en su aplicación y programas de infraestructura tendiente principalmente a favorecer las necesidades de las Triple A, y a tratar de paliar la creciente pérdida del poder adquisitivo a través de financiamientos públicos diseñados principalmente para el sector asalariado (tal como por ejemplo es el caso de INFONAVIT, FOVISSSTE o FONACOT). El problema es que las partidas presupuestales no se destinan a un verdadero apoyo a la población media, ya que existe un amplísimo sector empresarial y profesionista independiente medio y pequeño que no tienen apoyo gubernamental que les de acceso a apoyos financieros accesibles para la adquisición de vivienda y bienes muebles; éste importanmte sector económico de la población, dificilmente puede adquirir una vivienda digna o bienes muebles adecuados sin preocuparse por adquirir créditos privados con interéses caros.

Dicho sector gubernamental, establece las bases de organización a efecto de que le otorga a las Triple A beneficios económicos y financieros que les permite tener ventajas tales como estímulos fiscales (régimen de consolidación por ejemplo) y algunos estímulos financieros (tales como por ejemplo la exención fiscal de los beneficios obtenidos a través de empresas que cotizan en bolsa; por eso, muchas de sus utilidades, éste tipo de empresas las canalizan a el sector financiero que cotiza en bolsa y luego las recuperan con exención fiscal que posteriormente derivan a sectores de otros países que más les convienen para la inversión). Por ello, la principal fuente de financiamiento no petrolero del presupuesto, proviene de la carga fiscal de los sectores menores a través de la imposición de contribuciones cada vez más caras aplicables a personas físicas y morales que desarrollan actividades empresariales como grandes, medianos, pequeños y micro empresarios, así como ingresos de personas físicas derivados de honorarios, arrendamiento, sueldos y salarios y los provenientes de otras operaciones eventuales como por ejemplo la venta de un coche u otros ingresos análogos.

Ante el tamaño de la economía, las Triple A tienen la mayor participación, pero, la mayor carga fiscal proviene de los grupos económicos inferiores y de las actividades petroleras, que éstas últimas cada vez se van abriendo más a la participación por parte de las Triple A. Esto, trae como consecuencia que el ingreso presupuestal tenga una tendencia a provenir de los sectores inferiores de la economía, para lo cual el sector gobierno establece controles cada vez más exagerados y muy costosos para lograr una mayor fiscalización con objetivo de ser puramente recaudatoria, sin importar que ello le produzca una disminución mayor al poder adquisitivo de la población que depende principalmente del mercado interno.

Lo anterior, aunado a una tendencia de empobrecimiento general de los sectores económicos inferiores, ha dado como consecuencia que la posibilidad de vivir a la sombra del presupuesto público se convierta en una mayor ilusión por parte de diversos funcionarios, lo que en muchos de los casos lleva a muchas de éstas personas a establecer contubernios o incluso negociaciones revestidas de legalidad (aunque en algunos casos no de moralidad) con grupos principalmente empresariales de diversos sectores (algunas Triple A y algunos grupos económicos inferiores), lo que da como consecuencia otro de los factores que hacen que el sistema neoliberal no pueda funcionar adecuadamente: CORRUPCIÓN.

Finalmente, encontramos en el sector gobierno a "luminarias" que interesados por destacar o por justificar su presencia dentro de dicho sector, buscan la implementación de medidas o programas que si bien se diseñan y manejan dentro de un marco de legalidad, lo cierto es que en muchos casos resultan improductivos y sólo provocan mayores malestares para los gobernados (un ejemplo de ésto lo representan los programas de anticontaminación como la verificación vehicular o el "hoy no circula", que con el cuento de la prevención y el mantenimiento de la ecología, desarrollan programas que terminan siendo suculentos ingresos presupuestarios y alejados de los presuntos objetivos para los cuales fueron creados, ¿o qué no se supone que con tantos programas ecológicos ya debía de haber menos contaminación ambiental en la ciudad y área metropolitana, no es así?). Lo anterior muestra el otro punto de deficiencia del sistema neoliberal: la INEPTITUD gubernamental.

Como puede verse, al existir falta de ética social, corrupción e ineptitud gubernamental, el sistema neoliberal dificilmente podrá funcionar tal como se expone en la teoría de sus estudiosos radicados principalmente en las aulas de las grandes universidades estadounidenses.

Por consiguiente, si el sistema económico neoliberal no puede generar los niveles de crecimiento económico y de empleo bien remunerado que se necesitan para realmente enfrentar una crisis que se nos dice fue generada en otro país, entonces dificilmente las medidas de apoyo al combate de la crisis anunciadas por el señor Calderón hace unos días tendrán mayor impacto para el bien del país, máxime que tales medidas desafortunadamente van encaminadas a favorecer nuevamente a las Triple A y, nuevamente por desgracia, se desfavorece a los sectores económicos inferiores al no ser un verdadero apoyo al mercado interno. ¿Un ejemplo?... se anunció la inversión en infraestructura federal, tal como por ejemplo la construcción de carreteras, presas, etcétera, y se piensa que al llevar a cabo éste tipo de labores vendrá una contratación mayor de personal, suponiendo con ello que al haber más empleos se abate el índice de desempleo (parece lógico, pero, en términos de economía falta un ingrediente básico para que ésta medida sea realmente funcional), sin embargo se deja de lado un punto importante... ¿se pagarán a las personas que se contraten sueldos que permitan abatir la pérdida de poder adquisitivo que les produce la crisis económica en la que nos han metido?. La respuesta prácticamente puede adivinarse en automático: NO. Pero, ¿por qué no sería así?, simplemente porque para la realización de tales megaproyectos es de suponer que intervendrán grupos económicos Triple A, y eso hace que surja nuevamente el círculo vicioso: éstos grupos obtienen máximas ganancias y dificilmente pagan sueldos y prestaciones que se encuentren iguales o superiores a los estándares internacionales (falta de ética social).

¿Otro ejemplo?.... el señor Calderón anunció que se "congelan" los precios de las gasolinas, pero, ¿y los incrementos que se fueron dando desde hace mucho tiempo al precio de dichos combustibles?, esos también van a quedar congelados. El que se "congele" el precio de dicho combustible no representa un beneficio económico real para el promedio de la población, sólo le va a permitir mantener una buena ganancia a algunos sectores como el transportista, que seguramente no "congelará" sus precios, sino que circulará más y provocará mayores accidentes de los que ya diariamente provocan y causan y también causará mayores daños a las cintas asfálticas sin que en su gran mayoría tengan un peso de carga fiscal que permita revertir el daño presupuestal que causan a las calles y avenidas en que circulan (ineptitud gubernamental). Además, no puede olvidarse que en su gran mayoría el consumo de la gasolina que se utiliza en el país se importa de otros países, en algunos casos con una pésima calidad sin que exista un verdadero control por parte de los funcionarios encargados de ello (corrupción), y esas importaciones se deben pagar... ¿con qué se hará si el costo de producción que el país exportador determine de dicho combustible se incrementa por un efecto de crisis económica global?.

Podría decirse que es mejor que se hayan anunciado medidas anticrisis a que no se haya hecho nada, en eso estoy de acuerdo, pero, también considero que sería mejor si se establecieran medidas anticrisis que se tradujeran en una menor carga fiscal-administrativa para los sectores inferiores de la economía, un incremento sobre ganancias obtenidas por parte de los sectores integrantes de las Triple A, un mayor control de cambios a efecto de que cualquier Triple A (o cualquier grupo económico del tamaño que sea) que quisiera traspasar sus rendimientos de capital a otra economía pague una contribución por ello al Estado, se establecieran medidas de control sobre licitaciones públicas a efecto de que se establezcan bases de privilegio para sectores radicados y comprometidos con la economía nacional interna y un adelgazamiento en el costo presupuestario gubernamental a efecto de que se procure el abasto de bienes y servicios necesarios para privilegiar primero la economía interna.

Estados Unidos, así como otras economías, ya están aplicando las medidas que consideran necesarias a efecto de que SUS economías internas no sufran mayor daño (un ejemplo lo representa el anuncio que hizo el señor Obama, presidente electo de Estados Unidos, de hacer una revisión del Tratado de Libre Comercio a efecto de verificar las áreas de oportunidad que Estados Unidos podría aprovechar, lo que quizás se traduzca en la intención de hacer modificaciones a las reglas ya establecidas.... ¿mal?, para México quizás, pero, para Estados Unidos es lo que el pueblo de ese país puede esperar de sus gobernantes, eficiencia; por ello, podríamos preguntarnos, ¿por qué el señor Calderón no ha hecho lo mismo, pero, para ver las áreas de oportunidad que se pueden lograr por beneficio de México). Siempre existe una tendencia de parte de nuestros funcionarios de esperar a ver que hacen en otros países para ver cómo se puede beneficiar al país... esa es una absurda mentalidad de colonizado que debe quitarse, para ello es necesario que exista un sentir de amor por el país, un nacionalismo que reconozca la existencia de un mundo económico global, pero, luchando por los intereses principalmente de la nación... esperemos que algún día se instituyan los cambios que permitan lograr: ética social en los diversos sectores de la economía, aptitud para gobernar y nula corrupción en la actuación de los sectores gubernamental y privado.

Saludos,

Raymundo Royo

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